viernes, 6 de junio de 2008

Bo Diddley, 2 de junio de 2008

A los 79 años de edad, murió el lunes pasado el cantante y guitarrista Bo Diddley, quien con su particular estilo para interpretar el blues, logró darle mucho condimento al género y de paso, sembrar la semilla para lo que sería el rock’n’roll. La causa de su fallecimiento fue un ataque al corazón, órgano del cual venía sufriendo desde agosto del año pasado.

Uno de los grandes clásicos de Diddley fue “You can’t judge a book by its cover” –No se puede juzgar un libro por la portada-. Pues bien, un músico no se puede juzgar por sus éxitos en los listados. Si así fuera, Diddley no hubiera sido conocido en los años 50 y los 60. De cualquier forma, él produjo muchos de los grandes temas que fueron influencia para muchas generaciones de músicas, tanto en el blues como el rock. Su beat característico fue la cuna de muchos ritmos, escuchado en los trabajos de artistas que van desde Buddy Holly, pasando por los Rolling Stones y llegando hasta bandas como The Clash o U2. A ese ritmo hipnótico hay que sumarle su voz, casi declamatoria, ligada muy estrechamente a las raíces africanas y, si lo miramos de forma detenida, fue un precedente del rap.

Su sello particular fue ese estilo de guitarra vibrante, que lograba expandía el poder y rango del instrumento. Pero algo más importante, era la forma divertida en que interpretaba esa guitarra rectangular que él mismo diseñó, generando así toda la libertad que el rock’n’roll se tomó.

Antes de tocar blues y rhythm and blues, Diddley estudió violín clásico, pero cambió de camino luego de escuchar a John Lee Hooker. A comienzos de los 50 comenzó a tocar al lado de su compañero Jerome Green, quien interpretaba las maracas. El armoniquista Billy Boy Arnold tocó con Diddley cuando éste obtuvo su contrato con Chess, a mediados de los 50. Su primer sencillo fue el tema “Bo Diddley”, que contenía una guitarra futurista, con mucho trémolo, algo de armónica y un riff con base blues. Sin embargo, el resultado no fue exactamente blues, ni siquiera rhythm and blues. El sonido de esa guitarra produjo lo que años después se llamaría rock’n’roll.

Bo Diddley nunca fue un gran vendedor, si se compara con otros artistas de Chess como por ejemplo, Chuck Berry. Pero en un periodo de 6 años, fue capaz de producir un catálogo de clásicos dentro de los que se encontraban “You don’t love me”, “Diddley Daddy”, “Pretty Thing”, “Diddy Wah Diddy”, “Who Do You Love?”, “Mona”, “Road Runner”, o “You Can't Judge a Book by Its Cover”, los cuales llegaron a ser estándares del temprano rock’n’roll. Su único Top 20 fue un tema atípico, un llamado-respuesta rapero entre Diddley y Jerome Green llamado “Say man”, que llegó por accidente cuando la pareja se encontraba molestando en el estudio.

Como intérprete en vivo, Diddley usó su guitarra rectangular, característica suya, con amplificación distorsionada, produciendo nuevos sonidos que anticiparon las innovaciones de guitarristas como Jimi Hendrix. En Gran Bretaña fue reverenciado como un gigante, equiparándolo con Chuck Berry y Muddy Waters. Los Rolling Stones, particularmente, tomaron bastante del ritmo de Diddley y también de su actitud, tanto que grabaron versiones de temas como “Mona” y “I’m alright”. Otros grupos británicos como The Yardbirds, The Animals y Pretty Things, también interpretaron “cóvers” de Diddley en sus primera época. Buddy Holly interpretó “Bo Diddley” y usó el ritmo modificado de Diddley en “Not fade away”. Cuando los Stones le dieron a la canción el tratamiento completo del “sonido Diddley”, incluyendo las maracas, el resultado fue su primer éxito en Inglaterra.

La invasión británica ayudo a incrementar la importancia de Diddley, convirtiéndolo en toda una celebridad en vivo. Infortunadamente, su carrera de grabación se vio opacada precisamente en ese momento, con la llegada de los Beatles y de los Stones. Grabó con cierta frecuencia, pero después de 1963 no volvió a escribir o a grabar material original que se igualara a sus clásicos. Decir que se durmió en los laureles es difícil, pero sí permaneció como uno de los pilares fundamentales del rock’n’roll. Gracias a eso realizó una gira con The Clash en 1979, algunos papeles en películas de Hollywood y unos conciertos importantes con Ronnie Wood, guitarrista de los Rolling Stones.