viernes, 15 de agosto de 2008

Roy Buchanan, fallecido el 14 de agosto de 1988

Roy Buchanan ha sido considerado como uno de los mejores guitarristas del blues, aunque su talento fue pasado por alto: letras y uso de armonías que después fueron influencia para guitarristas como Jeff Beck, Robbie Robertson y Billy Gibbons.

Nació en Ozark, Arkansas, en 1939, pero creció en California donde su padre era granjero y pastor de la iglesia pentecostal, lo cual dio al joven Buchanan su primera exposición al gospel. Sin embargo, fue gracias a escuchar la radio que tuvo contacto con el blues, lo cual lo hizo aprender a tocar la guitarra. A los 15 años, Buchanan se estableció en Los Ángeles y se dedicó de tiempo completo a la música, tocando con Johnny Otis, Jimmy Nolen, Pete Lewis y Johnny "Guitar" Watson. Luego, desde mediados hasta finales de los 50, dirigió su propia banda llamada The Heartbeats.

A comienzos de los 60, Buchanan se trasladó a Canadá y tocó con Ronnie Hawkins. El bajista de la agrupación se decidió a estudiar guitarra con Roy y con el paso del tiempo formò su propio grupo, al que llamó The Band. El nombre de ese músico: Robbie Robertson.

Buchanan pasó mucho tiempo como músico de sesión antes de establecerse en Washington. Sus habilidades con la guitarra comenzaron a llegar a oídos de artistas como John Lennon o Eric Clapton, entre otros, hasta que un documental televisivo presentado en 1971, llamado “El mejor guitarrista desconocido del mundo”, lo situó en un lugar alto y así pudo firmar un contrato de grabación con Polydor, compañía con la que estuvo hasta 1975 para trasladarse a Atlantic. Sin embargo, Buchanan se desilusionó del negocio musical pues las disqueras querían moldearlo para que fuera un guitarrista más comercial.

En 1985, luego de un retiro de cuatro años, el sello Alligator convenció a Buchanan para volver al mundo de la grabación. En tres años su carrera pareció revitalizarse hasta que la tragedia llegó el 14 de agosto de 1988, cuando Buchanan fue detenido por la policía por embriaguez. Ya en la estación, uno de los oficiales estaba haciendo una inspección de rutina y se encontró con el músico ahorcado, colgando del techo de su celda.

Después de su muerte, el estatus de Roy Buchanan como uno de los grandes guitarristas del blues creció y el resultado fueron muchas colecciones póstumas como “Sweet Dreams: The Anthology”, “Guitar on Fire: The Atlantic Sessions”, “Deluxe Edition” y “20th Century Masters”.